AL FINAL SE VA, CON EL RABO ENTRE LAS PIERNAS (o cómo un tío con coleta puede hacer tambalear una institución)
Al final se va, por fin. Ya iba
siendo hora. Lo que pasa es que se podía llevar de paso a los suyos, pero no,
no va a haber suerte.
Pero algo hay positivo en esta
huída, además de que se vaya. Para mí, es muy significativo el momento. La cosa
está caldeada ya hace tiempo, pero ahí estaba aguantado como un campeón, pero
ahora, de repente, se va. ¿Por qué? Pues hombre, a lo mejor estoy yo un poco
esquizofrénico, pero me parece extremadamente significativo que lo haga una
semana después de unas elecciones europeas que han puesto patas arriba (hasta
cierto punto) el panorama político español, con una fragmentación mucho mayor
de lo que estábamos acostumbrados y el auge de ciertos grupos que podrían no
estar muy de acuerdo con la continuidad de la monarquía. Vale que no es tan
fiero el lobo como lo pintan para el PPSOE, y que el PPSOE sigue sumando la
mitad de los votos, ahí es ná, y con estas leyes electorales tan chulas que
tenemos más de la mitad de los representantes, pero lo cierto es que sí que le
han visto las orejas. Todos. El Borbón también.
Y resulta, que aunque la Constitución
no dice un carajo en su Título dedicado a La Corona (sic) sobre el
procedimiento para la abdicación y el posterior nombramiento (si se puede decir
así en el caso de un rey. Nosotros nos entendemos) del sucesor y la ley
orgánica que debería haberlo desarrollado lleva 35 años esperando dormidita (en
realidad ni si quiera ha estado dormida, es que no ha estado) y ahora la
quieren despertar con prisas para que se asee, se vista y haga acto de
presencia hoy mismo en las Cortes Generales a toda hostia y de mala manera, es
de suponer, que al nuevo Rey lo habrán de proclamar las Cortes Generales con
una mayoría de no sé cuántas partes sobre no sé cuántas. Y ahí viene el
problema. El Borbón se ha dado cuenta de que aún tiene a las Cortes a su favor
y al de su heredero pero que a lo mejor, si espera a 2015, todas esas fuerzas
que pudieran no estar de acuerdo en que sigamos con un sistema medieval en
pleno siglo XXI podrían llegar a plantear un muy serio problema al no llegar
los apoyos para el nuevo Rey a las no sé cuántas partes necesarias. Y el
escándalo patrio y el cachondeo internacional iban a ser para verlos.
Así que, como hombre valiente que
es, ha decidido huir. Como las ratas del barco que se hunde. Hacemos el relevo
ahora y después que ganen todo lo que quieran los demonios republicanos esos,
habrá pensado. Así podemos tirar otros cuarenta años.
Hay que joderse en este país de
mierda.
Pero bien, con un poco de suerte,
ganamos el mundial.
El Vehemente.
Etiquetas: Constitución, elecciones, Felipe VI, heredero, Juan Carlos I, PP, PPSOE, Príncipe, PSOE, rey, Sucesión
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