En un mundo como éste, en el que algunos ingenuos creen que en occidente reina la libertad y otros incapaces de asumir su responsabilidad creen que la libertad es una entelequia, y que los poderosos hacen y deshacen a su gusto riéndose de nosotros, el Vehemente cree en la Libertad. Siempre. Aunque a veces sólo sea la Libertad de Gritar. Gritar de rabia o gozo, gritar de dolor o de alegría, gritar en contra o a favor, pero siempre con Libertad.

24.1.13

YO NO TENGO NINGÚN NEGRO QUE ME ESCRIBA

De nuevo el fantasma de la corrección política se cierne sobre nosotros. Unos cuantos personajes de renombre en Uruguay le solicitan a la Real Academia Española que elimine la expresión "trabajar como un negro". Supongo que lo que piden es que se elimine del Diccionario de la R.A.E., porque eliminarla de la faz de la tierra sería algo más complicado, aunque supongo que en el fondo lo que pretenden estos señores es a través de una cosa llegar a la otra. ¿Y por qué "trabajar como un negro" sí y no "hijo de puta", o "mamarracho", o "gilipollas"? ¿Acaso es que solo es grave ofender a la gente si se hace a cuenta de su raza? ¿Que puedo decir? Que me parece una gilipollez como tantas otras. Es más, no es que me parezca una gilipollez, es que me parecería un error garrafal carente de toda justificación lingüistica. Y es que todavía hay gente que no se entera o no se quiere enterar de que la Real Academia se ocupa de la Lengua, no de la Moral, la Religión, la Nouvelle Cuisine o las medicinas alternativas tradicionales. Lo que hace (o por lo menos lo que debería hacer) en lo que se refiere al diccionario es constatar el uso más o menos continuado (*) y estable de los diferentes términos, consignando los usos y significados con que los hablantes los utilizan. Independientemente de si esos términos les parecen a los señores académicos bonitos o feos, ofensivos o halagadores, deseables o indeseables.

Estos personajes uruguayos, como tantos otros de tantos otros países (y en el caso de España tenemos para dar y tomar), como los niños pequeños piensan que si nos tapamos los ojos y no vemos la realidad, esta desaparece. De este modo, si eliminamos del diccionario "trabajar como un negro", desaparecerá el racismo como por arte de magia. Si esto fuera así sería maravilloso y a lo mejor hasta yo me subía al carro. Pero mucho antes de eliminar la dichosa expresión, eliminaría del diccionario las palabras hambre, sufrimiento, guerra, dolor, crimen, asesinato, violación, político, banquero y tantas otras que hacen referencia a realidades sin cuya existencia el mundo sería un lugar muchísimo mejor. Pero resulta que no funciona así y como no funciona así sería una lástima que el diccionario perdiera su valor como material de consulta y que cuando alguien que no conociera la expresión leyera en un libro "el jornalero trabajaba como un negro de sol a sol a cambio de un salario de mierda" se tuviera que quedar con las ganas de saber qué quiso decir el autor porque alguien decidió que el diccionario no estaba para explicar el significado de las palabras y expresiones, sino para sentar cátedra sobre lo que es moral o inmoral. Claro que, seguramente, una vez que consiguieran la eliminación de la expresión del diccionario irían detrás de la eliminación de la expresión en cualquier medio de expresión. Y más tarde lo mismo pero con carácter retroactivo y así no sería posible ya la situación descrita en que alguien se encontrara con semejantes términos en un libro. Problema resuelto. Y después, ¿cómo seguía "1984" cuando reescribían la historia cada vez que cambiaban las alianzas o había que purgar a alguien?¿Cómo era aquello que hacía el señor Stalin que hasta borraba a gente de las fotos antes de la invención del Photoshop? ¡Uy!, que mala pinta empieza a tener todo esto.

Estos señores pretenden que como a ellos no les gusta una realidad lo mejor es no nombrarla. No hay que luchar contra esa realidad desde el origen, educando y creando las condiciones propicias para que no se produzca, no, basta con no nombrarla. Señores, puede no gustarles el racismo, a mí tampoco, pero existe y como existe es necesario que existan términos para nombrarlo, para hablar de él, e incluso para ejercerlo, que los racistas también tienen su derecho a opinar y a expresarse, aunque sean unos capullos y sus opiniones una mierda.

Pero es que además de todo esto sería una lástima que por culpa de unos cuantos papanatas se perdiera la riqueza del lenguaje. Yo, por ejemplo, soy un antitaurino de pro, como sabrán ya mis lectores (¡esa entelequia!), lo cual no quita para que mi lenguaje esté plagado de expresiones taurinas que son parte inherente de la cultura en la que me he criado (no yo específicamente, sino todos los españolitos que vienen al mundo, les guarde Dios o no).

A partir de ahora empezaré a utilizar una nueva expresión: "pedir chorradas como un uruguayo".

El Vehemente.


(*) Por cierto, en relación con esto del uso más o menos continuado, escuchaba el otro día en la radio que la Academia va a incluir en su próxima edición del diccionario el verbo "tuitear". No sé si será verdad o no, pero si lo es me parece otro error tremendo, toda vez que dicho término tiene los días contados como casi todo lo que hace referencia a las ultimas tecnologías y esta sociedad internetizada en que vivimos. Dentro de 15 o 20 años Twiter será objeto de estudio arqueológico, poco menos, y nadie recordará el verbo "tuitear". Tiempo al tiempo.

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